no me dejas escribir ni pensar;
y sólo con parpadear puedo imaginar;
todo lo que tú y yo seríamos, si s o l a m e n t e
el otoño hubiera llegado a tiempo.
ya no, ya no puedo invitarte a pisar las hojas secas.
y ya no puedo inventar otra excusa para ti (y para mí).
¡pero qué es esto!
¡dime cómo voy a seguir si no te vas! Si solamente me lloviera dentro,
si s o l a m e n t e . . .
no fuera este espacio y este tiempo.
pero es que...
te miro y tiemblo.
y ya:
ya empiezo a recordar.