lista para mirarte más de cinco segundos,
sentir cómo aprieta el corazón,
y lista para temblar cuando me vuelvas a rozar.
preparada para decirte que estoy dispuesta
a navegar y a embarcar...
para hacer turismo en ti,
para descubrir tu himno, tu historia,
tu carcajeo y tu expresión al despertar.
que son
todo lo que tú y yo hubiésemos sido
si no fuésemos tú y yo.
y
firmo esta declaración,
que no vaya a ser
-que después de los cuarenta y dos-no nos volvamos a ver.